martes, diciembre 15, 2015

EL ALTAR PORTÁTIL DE TALAVERA LA REAL, OTROS ALTARES PORTÁTILES Y LA PROCESIÓN DE ENFERMOS E IMPEDIDOS.

Coincidiendo con la celebración de la Semana Santa y siguiendo con el acercamiento a nuestro patrimonio religioso, traemos a esta sacra revista de Semana Santa 2015 una pieza de madera y plata de gran valor: el altar portátil de Talavera la Real. Uno de los altares portátiles más hermosos existentes en Extremadura que, junto con los que se encuentran en Olivenza, Ribera del Fresno, Coria y Berlanga son los más conocidos de Extremadura.


Detalle del Altar Portátil de Talavera la Real (Badajoz)


USO DE LOS ALTARES PORTÁTILES
La adoración a la Eucaristía recibe un fuerte espaldarazo de las decisiones del Concilio de Trento, que propició una serie de devociones y cultos que se desarrollarían tanto en el exterior como en el interior de los templos. El ritual en los exteriores de los templos y por las calles de la vecindad tuvo su manifestación más genuina en la celebración de las procesiones del Corpus Christi. Pero también, en tiempo Pascual, se celebra con gran solemnidad un culto público al Santísimo Sacramento, cual es la procesión de enfermos e impedidos.
El manifestador o altar portátil, en cuanto a su utilidad, tiene dos vertientes: una privada como altar para consagrar y una pública en procesión pascual, utilizando este altar como escabel o trono del Santísimo Sacramento, debido a que así era más fácil el transporte hasta los enfermos e impedidos cuando se les iba a suministrar la Eucaristía o Viático.
De ahí que haya que destacar las características que definen las piezas, lo que nos vincula por su ornamentación, muy propia de las artes decorativas del siglo XVIII: la nobleza de los materiales empleados en su ejecución y la funcionalidad en aras de su traslado, bien como caja o libro que va cerrado, que suele ser el recorrido hasta la casa del enfermo o moribundo, normalmente llevado por un acólito y que solo se abrirá cuando el portaviático o copón se ponga sobre el mismo.
 Para las celebraciones en el interior de los templos se requería una serie de piezas pequeñas y funcionales, manejables por el sacerdote que se reflejará en toda la riqueza de los vasos sagrados, custodias y cuantos objetos sagrados tienen relación con ella.



Primer plano de Altar Portátil llevado por un acólito en la procesión de enfermos de Sevilla.

ALTARES PORTÁTILES EN ANDALUCÍA
La iconografía frecuente en estas piezas suele ser la eucarística, y en el apartado dedicado a la platería religiosa, llamado Plata para el culto, la cuestión era mostrar la riqueza con que la Iglesia revistió la adoración al Santísimo Sacramento en coincidencia con la figuración de las puertas de los sagrarios tan frecuentes igualmente en las platerías cordobesas y sevillanas.
La mayoría de estos altares portátiles tienen forma de libro y suelen estar forrados de terciopelo con aplicaciones de placas de plata calada, formando ornamentación vegetal o de rocalla y con motivos eucarísticos: ráfagas, uvas, espigas, cáliz con la forma, etc. En la base de los mismos se instalan dos mecheros para insertar las dos velas preceptivas.

Detallamos a continuación algunos altares andaluces:

Altar portátil de la Iglesia Parroquial de San Antonio Abad en  Trigueros (Huelva)
El altar portátil de la parroquial de Trigueros es una caja en forma de libro, que, al abrirse hacia arriba, permite que se desplieguen sus diversos elementos. El ostensorio a los lados de su base, tiene a dos ángeles arrodillados y en actitud de adoración, que de nuevo vienen a insistir en el tema de la Eucaristía como Pan de los ángeles y la presencia de Dios en el Sacramento. La caja-libro se recubre de una ornamentación de las llamadas de abanico.
Es un altar portátil anónimo, fechado entre 1780-1800, de plata sobre terciopelo y caja encuadernada en forma de libro, sus  medidas: 38x28x7,5 cms.


Altar portátil de la iglesia parroquial de San Antonio Abad en Trigueros (Huelva)


Altar portátil de Sta María y Santa Bárbara en Écija (Sevilla)
Realizado en Sevilla, en estilo rococó, hacia 1775. Plata sobre terciopelo rojo medidas 50x30 cms. Fue su autor el platero Pedro José Quesada (QZADA). Está fabricado en madera forrada de cuero rojo con adornos dorados, terciopelo rojo con dosel de flecos y aplicaciones de plata. El altar tiene apariencia de libro ricamente decorado. Abierta la tapa aparece un frontal de plata o viso de altar, en forma de rectángulo con una custodia central y dos ángeles con racimos y espigas a sus lados.


Altar portátil de Santa María y Santa Bárbara en Écija (Sevilla)


De parecida estructura y dibujo son los altares portátiles de la Rambla de Córdoba, obra de Antonio Ruiz el Viejo (RUIZ) en 1771; de la iglesia de San Miguel en Jerez de la Frontera obra de José Carmona (CARMO); del Museo Diocesano de Calahorra, obra de Tomás Pedrajas en 1770; de San Lorenzo en Sevilla de 1754; de Santa Catalina en Sevilla de 1800, obra también de Pedro José Quesada (QZDA) y del Sagrario de Córdoba.



ALTARES PORTÁTILES EN EXTREMADURA
Los altares portátiles, como hemos comentado, tuvieron su apogeo en el siglo XVIII y su área de mayor esplendor fue Andalucía, pero por su proximidad también se contemplan en Badajoz y ya con menos frecuencia en la provincia de Cáceres.

Altar portátil de la catedral de Coria (Cáceres)
Tenemos pocos datos de este altar del siglo XVIII: de plata repujada y elaborado en los talleres locales.


Altar portátil catedral de Coria (Cáceres)


Altar portátil Museo de Arte Sacro en  Berlanga (Badajoz)
El altar de Berlanga es muy parecido al que se guarda en la parroquia de Santa María de Ecija (Sevilla). Destaca por su composición exquisita y elegante, y por su detallismo y minuciosidad en el tratamiento del dibujo y del repujado de la chapa de plata, en el que introduce toques de punteado en detalles de la vestimenta de los ángeles que enmarcan el ostensorio central del panel principal. La teatralidad, dinamismo y espectacularidad que adquiere la propia pieza, gracias en gran medida a los temas figurativos y ornamentales, donde se observa un prolijo desarrollo de la rocalla, son un buen reflejo del sentimiento tardobarroco que inunda estos talleres durante la segunda mitad del siglo XVIII.
En cuanto al orfebre, la marca que se repite varias veces estampada en la obra es la de Blanco, y que quizás pudiera corresponder al platero sevillano, aprobado en 1732, Nicolás Blanco y la fecha de ejecución del altar hacia 1780


Altar portátil de la parroquia de Ntra. Sra. de Gracia de Berlanga (Badajoz)
Fotografía gentileza de D. Felipe Gallego Casco, cura párroco de Berlanga.

El altar portátil del Museo Etnográfico de Olivenza (Badajoz).
La pieza 245 del museo, es un altar plegable de pequeñas dimensiones realizado en madera, que cerrado presenta el aspecto externo de un libro. Las cubiertas llevan cantoneras metálicas y se decoran con ramos de flores formando rombos con un rectángulo invertido en el centro, todo en dorado sobre fondo granate. Abierto presenta dos laterales de silueta recortada, con una pieza en la parte superior a modo de visera todo plegable hacia dentro. Pasamanería lisa en los laterales y con flecos en el borde de la visera. El interior está forrado con tela estampada en varios tonos.


 Altar portátil en el museo etnográfico González Santana de Olivenza (Badajoz)

El altar portátil de Ribera del Fresno (Badajoz)
Caja de madera forrada de terciopelo con flecos y placas de plata en su color; 41 cms. de alto x 29 cms. de ancho; marca repetida: Pedro José Quesada (QZADA); Sevilla hacia 1775.
Desaparecida la caja, nos resta de este altarcito la tapa de la misma con los restantes elementos, aletones y dosel -mal colocado ahora- que se abren con ella. Nos hallamos ante una pieza prácticamente idéntica (salvo el haberse prescindido de dos angelotes portativos del racimo de vid y haz de espigas) a la que el mismo artista sevillano, Pedro José Quesada (QZADA), realizara para la iglesia parroquial de Santa María de Écija.
Análogas cartelas y rocallas en las alas y en el panel rectangular, en el que hallamos la misma custodia (coincidencia casi total en el pie sinuoso, limitado en nuestro caso por un grueso toro, en el nido del astil piriforme y el sol circuido de ráfagas), logran el mismo sorprendente efecto decorativo, subrayado por el calado de la plata


Altar portátil en la parroquia de  Ribera del Fresno (Badajoz)


El altar portátil de Talavera la Real (Badajoz)
Del altar portátil de Talavera, aparte de la que se hace en el momento de la donación, tenemos una magnífica descripción efectuada por Don Francisco Tejada Vizuete en su catálogo Eucaristía 2000:“En caja de madera, dispuesta para altarcito, se fijan dos figuras de ángeles genuflexos sobre arrebol de nubes, que extienden su brazo izquierdo para sostener una corona imperial. Túnicas, alas, correaje de las sandalias y la misma corona, elementos sobredorados, realzan esta obrita de suave repujado, en la que apreciamos ese apuntar de maneras neoclásicas. Los candeleros adoptan pie circular, con alto borde, ligeramente convexo y moldurado, y peana troncocónica. El astil, balaustral, se decora con hojas verticales lanceoladas, marcando el tránsito al mechero un baquetón con contario de perlas”.
El ostensorio a los lados de su base, tiene dos ángeles arrodillados y en actitud de adoración, que de nuevo vienen a insistir en el tema de la Eucaristía como Pan de ángeles y en la presencia de Dios en el sacramento.
El conjunto de las piezas de plata corresponde al maestro sevillano José de Guzmán el Mozo. Platero que supo combinar las tendencias rococó con las neoclásicas, convivencia por otra parte normal en la platería sevillana de fines del siglo XVIII. Ejecuta piezas donde demuestra una alta calidad de factura y concepción en los motivos decorativos clasicistas.
La argentería del altar es como sigue: los ángeles en plata parcialmente sobredora; sus dimensiones 38 cms. de alto; la marca de platero repetida: JOSEF/GVZM., fechado en inicios del siglo XIX. Los candeleros de plata en su color, con dimensiones de 20 cms. de alto; base: 9,5 cms. x 7,5 cms. Marcas en el plato del mechero: JOSEF/GVZMAN., FLORES Y N8DO y en el borde del pie, GVZMAN., FLORES Y N8DO; fechado hacia 1815.


Altar portátil  iglesia parroquial de Ntra. Sra. de Gracia de Talavera la Real (Badajoz)


LOS PLATEROS SEVILLANOS: JOSÉ GUZMÁN RUIZ EL MOZO Y JOAQUÍN DE FLORES
José de Guzmán Ruiz “El Mozo”, es un platero sevillano  cuya actividad artística está documentada en torno a los años 1781 a 1811. Hijo de Luís de Guzmán y de Andrea Ruiz, vecinos de Utrera y también plateros, realizó su aprendizaje con su tío José Guzmán y con Antonio Agustín Méndez entre los años 1781 y 1787, año de su aprobación como maestro.
Entre algunas obras, hizo José Guzmán en 1793 una  cruz procesional, dorada con rayos cortados a bisel en sus ángulos, posiblemente para la iglesia de Santiago de Carmona (Sevilla) y en 1800, dos copones con motivos clasicistas también para Santa Clara de Carmona. También, una serie de piezas inéditas, para el convento de Santa Teresa de Sanlúcar de Barrameda (Cádiz), que “hizo un platero rico y primoroso de Sevilla. Este conjunto de platería se puede fechar hacia finales del siglo XVIII y comienzos del siglo XIX , pertenecen a un estilo de transición entre el Rococó y el Neoclasicismo.
La otra marca nominativa en el altar portátil de Talavera corresponde a los punzones del platero sevillano, Joaquín de Flores, cuya actuación se establece entre 1813 a 1826. Coautor también en la obra de las potencias del Santo Entierro de la Parroquia de Morón de la Frontera.


Marcas de los plateros y de Sevilla (NODO) en el Altar Portátil de Talavera la Real.


EL DONANTE DEL ALTAR PORTÁTIL: DON RAMÓN MARÍA BARRANTES Y GRAGERA
El donante del altar fue Don Ramón María Barrantes y Gragera, nacido en Talavera la Real, hijo de Don Pedro Alcántara Barrantes y de Doña Carmen Gragera y Martínez.
Casado en primeras nupcias con Doña Engracia Barrantes y Flores de Lizaur natural de Valencia de Alcántara. Traía Doña Engracia un hijo de su primer matrimonio llamado Francisco Saavedra y una hija de nombre Josefa casada con Don Patricio Peñalver y Balmaseda. Los padres de Engracia Barrantes eran Don Gonzalo Barrantes Moscoso, natural de Valencia de Alcántara y Doña Josefa Flores de Lizaur y Ladrón de Guevara también de la misma localidad. Falleció Doña Engracia en su domicilio de la calle Beatas en Talavera la Real, el día 28 de enero de 1897 a los 56 años de edad, sin descendencia del matrimonio con Don Ramón. Había otorgado testamento ante el Notario de Badajoz Don Jesús Rubio y Pérez Dávila el 27 de Noviembre de 1896.
Estando casado, Don Ramón, en segundas nupcias con Doña Dolores Rey Gamonal falleció éste el día 12 de Julio de 1901, a los 52 años, en su domicilio de la calle Beatas (hoy calle Don Ramón) de Talavera la Real; no teniendo tampoco hijos de este segundo matrimonio. Otorgó también testamento ante el notario de Badajoz Don Jesús Rubio y Pérez Dávila.


Altar portátil de Talavera la Real, cerrado, llevado por un acólito mayor.

LA DONACIÓN DEL ALTAR PORTÁTIL A LA PARROQUIA DE TALAVERA
D. Ramón Barrantes donó –entre otros objetos religiosos- a la Parroquia de Talavera la Real y ante el cura Don Manuel Almeida este altar portátil. El sacerdote receptor lo describe de la siguiente manera:
El día primero de Agosto de mil ochocientos ochenta y seis, Don Ramón María Barrantes y Gragera, de esta naturaleza y vecindad, me ha hecho entrega formal de los objetos que se expresarán para que los destinen a los usos que estimen convenientes con tal que sean aplicables al decoroso adorno para las que estas ropas y demás han venido aplicándose hasta el presente, los Señores curas párrocos de esta Iglesia.
“Hace donación dicho Señor Barrantes de una caja de su propiedad, a esta Iglesia parroquial, sin que tenga derecho ningún Gobierno ni autoridad civil alguna en ningún tiempo a incautarse de la referida caja, que es voluntad del donante permanezca siempre en la Parroquia sirviendo al fin para la que fue construida, esto es, como ostensorio en donde se coloca el Santísimo Sacramento cuando es llevado a los enfermos. Consta de un dosel con borlas de oro de adorno, dos ángeles de plata en sus peanas del mismo metal, arrodillados y sosteniendo una corona de plata dorada; dos candeleros  también de plata de veintiún centímetros de altura con sus arandelas de lo mismo y tres hermosas caídas de terciopelo encarnado guarnecidas de flecos de oro fino. Y para que así pueda constar firmamos la presente en Talavera la Real fecha ut supra.
El cura ecónomo: Manuel Almeida                            Ramón Mª Barrantes y Gragera

EL DOMINGO DE CUASIMODO Y LA PROCESIÓN DE ENFERMOS E IMPEDIDOS EN TALAVERA
El misterio de la Eucaristía, eje central de la liturgia católica, adquiere una particular relevancia el domingo de Cuasimodo (segundo domingo de Pascua o siguiente al domingo de Resurrección). La palabra Cuasimodo proviene de las primeras palabras del introito del segundo domingo de Pascua: del latín “Quasi modo geniti infantes” -como niños recién nacidos-
 En ella, se hizo costumbre que ese domingo el sacerdote lleve en el copón o portaviático  las hostias consagradas para dar la comunión a los enfermos. Esta procesión eucarística con el altar portátil va por las casas de los enfermos, postradas en cama por invalidez o avanzada ancianidad que desean tomar la comunión.
En algunos lugares de Andalucía sale la procesión después de la misa matutina, formada por tres monaguillos uno de ellos adelantado con una pequeña cruz procesional, otros dos a ambos lados del sacerdote portando el incensario y el manifestador o altar portátil y otro muñidor haciendo sonar una campanilla o esquila. Posterior a los monaguillos va el sacerdote con hábito decente y vistiendo la sobrepelliz, portando el copón con las Sagradas Formas cubriéndolo con el velo humeral y bajo umbela o palio, detrás las personas que acompañan al cortejo.


Procesión de enfermos con altar portátil en Sevilla.


En Talavera también se celebraba esta ceremonia de asistencia a los enfermos y, según los testimonios de las personas que acompañaban y de los monaguillos -en la época en que Don Santiago Polo era el cura párroco de esta feligresía- la comunión a los enfermos se llevaba también en procesión el llamado domingo de “Cuasimodo” Según relatan las personas consultadas, los monaguillos no llevaban nada, ni cruz procesional, ni incensario, ni campana o campanilla –lo cual ponemos en duda- detrás de los monaguillos iba el sacerdote que portaba las Sagradas Formas en el copón. Llevaban una lista de las casas que debían visitar, pues ya previamente se habían apuntado en la iglesia los enfermos deseaban recibir la comunión. Desconocemos también si en alguna ocasión, en estas procesiones de enfermos, se sacó el altar portátil de Talavera que por su peso debiera sostener un acólito adulto.
La comitiva paraba delante de la casa, accedían al interior de la misma solo el sacerdote y los monaguillos, y se disponían en las casas planchas calientes para quemar incienso. Una vez impartida la Eucaristía los familiares salían a la puerta para despedir al sacerdote y a los acompañantes.

BIBLIOGRAFÍA
A.P.T.R. Archivo Parroquial de Talavera la Real 
CRUZ VALDOVINOS, José Manuel “Cinco siglos de platería sevillana” Fundación Desarrollo y Cooperativismo 1992. Madrid.
DIARIO HOY. “Un altar portátil, pieza del mes en el Museo Etnográfico de Olivenza”. Europa Press. Mérida 02-04-2004.
GARRIDO NEVA, Rocío. “Un conjunto de platería inédita del artífice sevillano José Guzmán el Mozo”. Laboratorio de Arte 18. (2005)
GESTOSO Y PÉREZ, José. “Ensayo de un diccionario de los artífices que florecieron en Sevilla desde el siglo XIII al XVIII inclusive. Sevilla, 1900, tomo  II, pag. 154.
HEREDIA MORENO, María del Carmen. “La orfebrería en la provincia de Huelva” tomo II pag. 195
HEREDIA MORENO,  Maria del Carmen. “De arte y de devociones eucarísticas: las custodias portátiles. Universidad de Alcalá,
NIEVA SOTO, Pilar. La platería del siglo XVIII en Jerez de la Frontera. Madrid 1991. Tesis doctoral
RIVAS CARMONA, Jesús (coord.) Estudios de platería: San Eloy 2002. Universidad de Murcia. Servicio de Publicaciones 2002.
SANTOS MÁRQUEZ, Antonio J. “La orfebrería del Museo de Arte Sacro de la Parroquia de Berlanga” Revista del Centro de Estudios Extremeños.
TEJADA VIZUETE, Francisco. “Eucaristía. Hoc facite in meam commemorationem” o.c., pags. 136-137. Eucaristía 2000
VICENTE CASTRO, Florencio. “Museo Etnográfico Extremeño González Santana” Olivenza. Editora Regional de Extremadura 1995


Autores: Antonio Gómez Broncano y Cristóbal Cansado González 

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